jueves, 23 de febrero de 2012

MASA PARA PIZZA

La pizza es la preparación culinaria italiana por excelencia. Tiene su origen en la sureña ciudad de Nápoles en el siglo XVII, donde originalmente era una mera torta redonda a la que se le añadían especias y aceite de oliva. A finales del siglo XIX se le sirvió a la reina Margarita una pizza con los colores de la bandera italiana, blanco, rojo y verde (tomate, mozarella y albahaca), la cual se le conoce como Pizza Margarita, y se la considera la más clásica y tradicional de las pizzas napolitanas. 


A partir de entonces comenzaron a popularizarse las pizzas con todo tipo de ingredientes. El boom de su popularidad a escala mundial, viene sobre todo por la gran acogida que tuvieron gracias a los inmigrantes italianos en América, que hicieron que la pizza comenzase a ser durante el siglo XX en uno de los platos más populares a nivel mundial.


Para elaborar una pizza en casa, ofrecemos la siguiente receta para preparar la masa, que es lo más importante. Una vez hecha la masa, los ingredientes que se depositen encima, son tan libres y variados como sea el gusto personal de cada persona.


- INGREDIENTES

  • 400 g. de harina de fuerza
  • 200 g. de agua (pueden ser de agua con gas, se tendrá una masa más crujiente)
  • 20 g. de levadura de panadero (la más facil de encontrar son los cubitos que vende Mercadona)
  • 25 g. de aceite de oliva
  • 1 cuchara pequeña de sal

- ELABORACIÓN
  • Poner el harina y la sal en un cuenco de tamaño grande, y remover para que se mezclen. 
  • A continuación, en un vaso troceamos y disolvemos la levadura con un poco de agua.
  • Abrir un hueco en el centro de la harina y verter alli la levadura disuelta, el agua, y el aceite.
  • Remover con un tenedor hasta que se mezclen todos los ingredientes, y vaya resultando una masa consistente y homogenea.
  • Como ocurre siempre en estos casos, es posible que por las propiedades de los ingredientes, la masa resulte un poco más seca o húmeda. En ese caso, rectificar añadiendo un poquito más de agua, o de harina, pero siempre en cantidades muy pequeñas para alcanzar el punto óptimo sin pasarnos.
  • Cuando la masa tenga la textura adecuada, enharinar una superficie limpia en la cocina, y volcar la masa, para estirar y amasar un poco con las manos, para que la masa quede más trabajada.
  • Coger un cuenco limpio, con el tamaño suficiente, y untarlo con un poco de aceite para que la masa no se pegue. Depositar la masa en el interior, cubrirla con un paño limpio, y dejar que la masa crezca y fermente durante 2 horas.
  • Pasado este tiempo, la masa habrá doblado su tamaño. La volveremos a poner en la superficie de trabajo, y volveremos a amasarla. Despues de fermentar, será mucho mas manejable, y ya no se pegará casi a las manos. 
  • Dependiendo del tamaño de la bola, utilizaremos toda la masa para una sola pizza, o la cortaremos por la mitad para elaborar una, o varias más pequeñas.
  • Con los trozos de masa, haremos nuevas bolas, que aplastaremos y estiraremos ayudándonos con un rodillo de cocina, hasta que consigamos superficies de masa, que aconsejablemente, han de ser lo más finas posible.
  • A continuación se pone el horno a precalentar a alta temperatura (más de 200º) mientras se añaden los ingredientes al gusto sobre las bases de la pizza. 
  • Cuando este lista, introducir en el horno a unos 200-220º durante 10-15 minutos. Hay que controlar visualmente, ya que el tiempo de cocción dependerá del grosor de la masa, y del tipo de ingredientes añadidos. 
  • Vigilar que esté al punto deseado (más o menos dorada, más o menos crujiente, al gusto) y lista!
Solo nos queda ir al sofá, poner una buena película, y disfrutar de unas pizzas caseras, ricas y saludables. Que la disfrutéis! ;)




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